la vida no tiene instrucciones
Nacemos sin conocimiento de causa, no tenemos ni idea de que vamos hacer en este mundo contaminado y superpoblado, eso sí… si nos preguntaran bajo qué circunstancias quisiéramos nacer creo que todos querríamos ser hijos de alguien rico, famoso y bello, siendo así mejor que sea una lotería, a ver que a cada quien haga lo mejor que pueda con lo que le toca…
La familia nos toca de pura casualidad, no la escogemos, pero sobrevivimos a esta dura parte de nuestra vida, o sea los primeros años, porque no tenemos idea de lo que estamos haciendo, Aprendemos a caminar, a hablar, a comer, a correr, a leer, etc., en resumidas cuentas a ¿VIVIR?… (Claro, porque otras cosas que nos ayudan a vivir ni siquiera nos damos cuenta: respirar, parpadear, dormir, pensar, soñar…, imagínate peor todavía aprender más cosas)
De todas formas vamos por la VIDA, así de campestres, cual animalitos en libertad aprendiendo por la pura experiencia… Llega la escuela, los amigos, y por supuesto el resto de la familia (abuelos, primos, tíos, etc.), en este momento es un total despelote las instrucciones, claro, todo el mundo nos dice: haz esto, haz lo otro, no hagas esto, ni aquello, ni lo de mas allá; o sea que en conclusión cada quien tiene sus propias instrucciones e intentan transferírnoslas, ya miramos nosotros con cuales nos quedamos, suelen ser las que más nos conviene.
Así pasan los años, en realidad no son muchos y pasan volando, ¿a ver quién se acuerda de toda su infancia? Pues yo a duras penas me acuerdo de las vacaciones y de los funerales… también de las fiestas, las escondidas, el tintín correcorre, ponchado.
La escuela, los juegos, el ejemplo y la rutina nos enseñan cosas que a la larga nos van a regir toda la vida, creo que lo llaman: costumbres… o vicios… o mañas…
Y si no estoy mal la infancia se acaba como llega: sin darnos cuenta… Un día llega la adolescencia y crecimos de repente… Ya no más juegosinocentes, ni pataletas, ni horas sin hacer nada… o sea que se nos acaba la buena VIDA…